Juntos los cuatro, por Camilo

Mi vida romana, construida cuidadosamente durante meses de esfuerzo, había quedado congelada en el invierno italiano, junto con el trabajo que me permitía costear las clases de música del Maestro. Mi pareja, que me había acompañado desde Argentina en esta búsqueda artística, también estaba nerviosa esperando noticias de mi regreso.[…]

Seguir leyendo