La entrega, por Verónica Versi

Nuevamente el brazo dormido. Todas las mañanas se despertaba en la misma posición, recostado del lado izquierdo. Los resortes del colchón estaban tan salidos que los sentía clavados en el muslo, la otra mitad se mantenía intacta, como si no existiese. Se levantaba y agitaba el brazo para despertarlo. Una[…]

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